Estas dos fotografías son el resultado de la paciencia. Hace unos días estaba leyendo en el balcón de mi apartamento cuando vi a unos muy veloces pequeños pájaros azules pasar raudos volando entre los árboles. Hace tiempo no tomaba fotografías así que me animé a buscar mi cámara, coloqué el teleobjetivo 70 – 300 mm, configuré modo A a la mayor apertura posible y seguí leyendo mi libro esperando el momento exacto en que se posaran sobre el árbol que está justo enfrente de mi balcón.
Pasó el tiempo y aunque se posaron otras aves no paraban los pequeños azules; llegaron a un árbol más bajo y menos frondoso otras aves negras que llamaron mi atención y al mirar con el visor distinguí a uno de estos pájaros azules en una rama, con la fortuna de llegar también uno amarillo. Unos cuantos disparos tratando de no moverme y una foto medio decente, objetivo logrado. De ñapa, un ave rapaz se posa en la copa de árbol a solo metros de distancia de mi lente y me permite otras buenas fotos.
Fijar el objetivo, preparar el plan, ejecutarlo con buena actitud y paciencia y al final se logran los resultados.